El niño en un mundo hermoso

Hoy en día muchos padres prestan especial atención al desarrollo intelectual del chiquitín. Les enseñan a contar, leer y hasta saber lenguas extranjeras. Sin embargo, no se puede olvidar y de la educación espiritual. La persona armoniosa, desarrollada desde todos los puntos de vista se forma de muchos factores. Entre ellos también está la familiarización del chiquitín con la cultura. El conocimiento del mundo del arte desarrolla en él el pensamiento creativo, influye en el proceso de formación de su individualidad.

En el tiempo actual hay muchas posibilidades que permiten a los padres, aunque ellos no son grandes conocedores-críticos de arte, desarrollar en el chiquitín desde la edad muy temprana el interés y el respeto a la parte cultural de la vida.

Es importante visitar los museos y las exposiciones con los niños. No aspiráis a dar una vuelta de golpe alrededor de toda la exposición: los chiquitines se cansan rápidamente. Al fin de cuentas tal marcha aburrirá al niño, y la próxima vez él simplemente no querrá ir a ninguna parte.

Además de darle a conocer las obras ya existentes de la pintura, es necesario abastecer al pequeño apreciador del arte de los tintes de todo género, los pinceles, los lápices, los rotuladores. Para los pintores más jóvenes existen tintes especiales para pintar con los dedos, probando sus fuerzas en el arte plástico ya a partir del medio año. Son seguros, no provocan alergias. Se puede alternar las clases de dibujo con el modelado de la plastelina. No hay que pensar que el niño de un año es todavía pequeño para tales cosas. ¡Con su ayuda él puede sentirse verdadero escultor!

Música
Se sabe que la música clásica influye favorablemente al desarrollo de sistema nervioso del niño. Durante el embarazo a las mamás recomiendan escuchar la música clásica tranquila. Por eso, si ántes de nacimiento habéis conseguido que el bebé conozca las obras clásicas maestras, no dejen y ahora este ejercicio útil y agradable. Si ustedes, como muchos padres jóvenes, no estáis acostumbrados a la música semejante, y escuchar durante mucho tiempo la música clásica os resulta agotantadora no merece la pena estropear el día. El niño siente perfectamente el estado de la mamá, por lo que semejante obligación no será útil para nadie. Además las sonatas y la sinfonía no tienen que sonar en su casa todo el día. El chiquitín que acaba de venir al mundo tiene necesidad de la tranquilidad y del silencio, por eso no merece la pena en seguida después del parto encender su equipo de música. Algunos especialistas recomiendan "no molestar" al bebe los primeros 1-1,5 meses. Cuando el chiquitín crecerá un poco más y comenzará a sonreírles, podéis poner una música ligera, tranquila durante la alimentación o el juego, 10-15 minutos al día para el niño serán suficientes.

Para escuchar:
Schumann R. B. «El álbum Infantil»
Kabalevsky D."Los Clownes"
Chajkovsky P.I."Las Estaciones del año", «La Marcha de los soldaditos de madera», «La Enfermedad de la muñeca», «La Nueva muñeca»
Shostakovich D.D. "El organillo"
Vivaldi А."Las Estaciones del año"

Más tarde, cuando el chiquitín esté más grande y podrá dedicar más tiempo a sus juguetes independientemente o en su compañía, pongan la música de fondo para el juego. No hay que limitarse exclusivamente a las canciones infantiles y a la música clásica. A los niños escuchar el jazz, la música folclórica. Inviten al niño a bailar con ustedes juntos, aprendan los nuevos movimientos. Ya después de algunos intentos notaréis que el chiquitín conoce las melodías que le han gustado.

Hay todavía un modo excelente de la migajadarle a conocer al niño las obras clásicas mundiales. Se puede adquirir para él las colecciones especiales de las películas de dibujos animados, en que la trama interesante, atractiva para el chiquitín, se combina perfectamente con las creaciones de los compositores universalmente conocidos. Por ejemplo,"La Fantasía" de Wolt Disney. En la película de dibujos animados suena la música de I.S.Bach, I.Chajkovskiy, I.F.Stravinskiy, M.P.Musorgsky, L.Beethoven, F.Schubert.
Pero no intenten con fuerza empujar al niño en el mundo del arte. Mucho más efectivo, si los sonidos clásicos, las obras del arte plástica simplemente lo acompañan imperceptible día tras día. Entonces para el niño todo eso se conv en laertirá en la parte integrante de su vida. Y cuando el chiquitín crecerá, aprenderá a querer sin esfuerzo, apreciar y de verdad comprender el arte.

Imágenes: Biblioteca Regional de Murcia