viernes, 1 de mayo de 2009

Apetito por el conocimiento del mundo - ¿por qué los niños preguntan tanto?"



«Mamá, ¿pero por qué un elefante es más grande que un camello?», «¿Por qué la manzana es verde?», «¿Por qué una liebre tiene las orejas largas y la cola corta?» - Esa curiosidad del hijo o hija inicialmente agrade a los padres, dando luz al orgullo por su hijo. Y los adultos intentan responder - mirando la enciclopedia, pidiendo a los expertos para explicar en detalle a los hijos más inteligentes del mundo, ¿por qué el avión despega y el buque no se hunde en el mar.

Pero las preguntas no se detienen, y el entusiasmo de los padres poco a poco está desapareciendo bajo la presión de la nueva «por qué», que se convierte en imposible de contestar. «Mamá, ¿por qué el ajo huele a chorizo? ¿Por qué se hace de noche, cuando se apaga la luz? ¿Por qué a los cerdos no se puede lava en la lavadora? »Poco a poco, la excesiva curiosidad del niño se convierte en la tortura para las madres y los padres que ya no están en condiciones de responder a muchas preguntas. ¿Qué hacer en este caso? ¿Cómo reaccionar y actuar? En primer lugar, no hay que asustarse. Su hijo ha alcanzado lo más interesante, divertido e inolvidable de su edad. Trate de entender a su propio hijo.

Una edad divertida

¿Cuándo y por qué el niño tan silencioso se convierte en un niño con tanta curiosidad por todo qe le rodea ? Normalmente, este período coincide con la edad de investigación - de 3 a 5 años. Es en este momento el niño tiene un "apetito colosal por el conocimiento del mundo. Se interesa por absolutamente todo.


¿Cómo un adulto reacciona ante esta situación? O bien intenta responder a las preguntas con honestidad o usando varios trucos evitando la respuesta, o se refugian en el silencio, diciendo "luego", por todos los medios tratan de evitar la respuesta "no sé", que puede significar la caída de la autoridad de los padres en los ojos de los niños. Pero es poco probable que estos trucos funccionen. Si intenta guardar silencio, el niño no descansará hasta que escuche la respuesta a su pregunta. Si usted intenta dar falsa respuesta el niño sospechará y pedirá un montón de otras cuestiones que requieren explicaciones sencillas. No piense que eso pasa sólo en su familia. Recuerde a"Pequeño príncipe", donde Antoine de Saint-Exupéry con facilidad puso de manifiesto la esencia de los niños en esta edad dice:

"Preguntando alguna pregunta, el Pequeño príncipe no dejó de preguntar, pero no recibió una respuesta. Yo no podía aguantar más y respondí al azar:

- Espinas no son necesarias para nada, las flores las producen simplemente por la ira.

Hubo silencio. Luego dijo, casi con ira:

- No le creo a usted! "

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